martes, 16 de octubre de 2012

LA VENGANZA DE MONTEZUMA

Su nombre era Moctezuma Xocoyotzin, o Montezuma II, lider del imperio azteca a la llegada de los conquistadores españoles.  Murió durante la masacre de Toxcatl, en la que los españoles traicionaron la hospitalidad de los aztecas y mataron a toda la realeza, con el afán de tomar la ciudad de Tenochtitlan y sus riquezas.   Y así fue en muchas comunidades de lo que ahora es Latinoamerica.  Los visitantes europeos llegaron para saquear, matar y tomar a los pueblos como esclavos.  Pero las cosas no se quedaron así.
Hoy en día, cientos de años después, los espiritus de los  antiguos pobladores de America cobran venganza ante cualquier visitante extranjero.   Es la venganza de Montezuma:  aquel que coma de nuestra comida o tome de nuestra bebida, se enfermará, y no podrá disfrutar de su estadía en nuestras tierras.     Por que una vez llegaron y se les ofreció nuestra hospitalidad, y terminamos sus esclavos!
Pero seamos sinceros, no solo los visitantes extranjeros sufren de la maldición.  Nosotros, que vivimos en estas regiones,  sufrimos igual.  No podemos comer cualquier cosa, o en cualquier lugar, por que podemos llevar el mismo destino.  Estamos atados al mismo final, tal vez como una forma de pagar nuestra sangre mestiza; el resultado de la “interpolinización” entre españoles e indigenas por muchas generaciones.  La maldición de Montezuma no tiende limites!
Habrá una forma de detenerla?   O de combatirla?  Que ritual mágico necesitamos para contra arrestar sus poderes, y protegernos  y a nuestras familias?  Ese ritual existe, y esta a la mano de cualquiera que esta dispuesto llevarlo a cabo.  No se necesitan muchos implementos para que funcione, pero hay que hacerlo con constancia y convertirlo en un habito en nuestras vidas.  Y ese ritual tiene un nombre:  Higiene!
Montezuma sufrió y murió a manos de los conquistadores, pero eso fue hace mucho tiempo.  Los conquistadore han sido remplazados por turistas, que no tienen la culpa por lo que pasó.  Nosotros que vivimos en estas partes mucho menos!  Defendamonos entonces, a nuestras familias  y a aquellos que nos visitan, de este implacable mal.  Tomemos en cuenta que en estos tiempos en lo que cuidamos qué es lo que comenos, también importa cómo lo comemos.  No solo importa comer bién, sino comer limpio.  Tener buenos habitos higienicos, y exigir que donde nos atiendan los tengan es  la unica manera de vencer esta maldición.  Es cuestión se cambiar un poco nuestra forma de pensar, para no pagar los pecados de nuestros ancestros.

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