Su nombre era Moctezuma Xocoyotzin, o Montezuma II, lider del imperio
azteca a la llegada de los conquistadores españoles. Murió durante la
masacre de Toxcatl, en la que los españoles traicionaron la hospitalidad
de los aztecas y mataron a toda la realeza, con el afán de tomar la
ciudad de Tenochtitlan y sus riquezas. Y así fue en muchas comunidades
de lo que ahora es Latinoamerica. Los visitantes europeos llegaron
para saquear, matar y tomar a los pueblos como esclavos. Pero las cosas
no se quedaron así.
Hoy en día, cientos de años después, los espiritus de los antiguos
pobladores de America cobran venganza ante cualquier visitante
extranjero. Es la venganza de Montezuma: aquel que coma de nuestra
comida o tome de nuestra bebida, se enfermará, y no podrá disfrutar de
su estadía en nuestras tierras. Por que una vez llegaron y se les
ofreció nuestra hospitalidad, y terminamos sus esclavos!
Pero seamos sinceros, no solo los visitantes extranjeros sufren de la
maldición. Nosotros, que vivimos en estas regiones, sufrimos igual.
No podemos comer cualquier cosa, o en cualquier lugar, por que podemos
llevar el mismo destino. Estamos atados al mismo final, tal vez como
una forma de pagar nuestra sangre mestiza; el resultado de la
“interpolinización” entre españoles e indigenas por muchas
generaciones. La maldición de Montezuma no tiende limites!
Habrá una forma de detenerla? O de combatirla? Que ritual mágico
necesitamos para contra arrestar sus poderes, y protegernos y a
nuestras familias? Ese ritual existe, y esta a la mano de cualquiera
que esta dispuesto llevarlo a cabo. No se necesitan muchos implementos
para que funcione, pero hay que hacerlo con constancia y convertirlo en
un habito en nuestras vidas. Y ese ritual tiene un nombre: Higiene!
Montezuma sufrió y murió a manos de los conquistadores, pero eso fue
hace mucho tiempo. Los conquistadore han sido remplazados por turistas,
que no tienen la culpa por lo que pasó. Nosotros que vivimos en estas
partes mucho menos! Defendamonos entonces, a nuestras familias y a
aquellos que nos visitan, de este implacable mal. Tomemos en cuenta que
en estos tiempos en lo que cuidamos qué es lo que comenos, también
importa cómo lo comemos. No solo importa comer bién, sino comer
limpio. Tener buenos habitos higienicos, y exigir que donde nos
atiendan los tengan es la unica manera de vencer esta maldición. Es
cuestión se cambiar un poco nuestra forma de pensar, para no pagar los
pecados de nuestros ancestros.
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